Nuestra fe

En San Marcos vivimos la fe cristiana centrada en la gracia, el amor y la libertad.
Somos parte de una tradición luterana que valora la reflexión, la comunidad y el compromiso con un mundo más justo.
Aquí compartimos qué creemos y cómo procuramos vivir esto todos los días.

En lo esencial, ser luterano significa:

• Centrarse en Cristo.
  Creemos que Jesús es el corazón de la fe. Su vida, muerte y resurrección nos revelan el amor incondicional de Dios por toda la humanidad.

• Confiar en la gracia.
  Somos salvos por la gracia de Dios, no por nuestras obras. Es Dios quien ha tomado la iniciativa de llegar a nosotros con ternura y compasión. Vivimos en respuesta agradecida a ese regalo extraordinario de Dios para todos y todas.

• Poner la Palabra en el centro.
  La Biblia es la fuente que guía nuestra fe y nuestra vida. En ella buscamos “lo que predica a Cristo”, pues Él es la Palabra de Dios hecha carne. Por eso leemos la Escritura con los lentes del Evangelio. Buscamos ser fieles a Jesús interpretando la Biblia comunitariamente, con libertad y responsabilidad.

• Vivir la fe en libertad.
  La fe no es una carga, sino un llamado a la libertad que nos impulsa a servir a nuestro prójimo y a cuidar de la creación.

• Celebrar la vida sacramental.
  Reconocemos la presencia viva y activa de Dios en los sacramentos: el Bautismo y la Santa Cena, que son medios de gracia y signos visibles de su amor.

Ser luterano hoy es también construir una iglesia abierta, inclusiva, afirmativa y comprometida con la justicia.

Somos parte de una comunidad que no tiene todas las respuestas, pero camina con esperanza, confiando en que Dios sigue actuando en el mundo, en nosotros y a través de nosotros.

¿Qué es ser luterano?

Ser luterano es vivir la fe cristiana confiando plenamente en la gracia de Dios.
Nuestra tradición nace de la Reforma del siglo XVI, liderada por Martín Lutero, quien redescubrió en la Biblia que el amor y la salvación de Dios son dones gratuitos, no premios a nuestros méritos.